BAZAAR
SAN MARCOS, 35
28004 MADRID
91 523 39 05
www.restaurantbazaar.com
Para nuestra mensual cena entre compañeros esta vez el elegido fue Bazaar. El local está situado en el emblemático barrio de Chueca. Buen ambiente, tanto en las calles como en el restaurante. No admiten reservas, por lo cual es importante ir con tiempo para solicitar mesa, sobre todo para grupos. Las mesas de dos son más accesibles. Pero para soportar la espera os recomendamos tomaros unas cañitas en La Taberna de la Dominga -anteriormente Ottocento y Carmencita-, situado en la esquina contraria (0'30€/caña).
El local está ambientado al estilo colonial, predominando el blanco en las vajillas y muebles expuestos. Consta de dos plantas muy amplias, destacando en la superior una cristalera totalmente abierta a las calles Libertad y San Marcos. Hay una amplia variedad de platos, vinos y postres. Y el servicio de mesas es bastante rápido y eficaz.
Como entrantes compartimos unas Croquetas de Setas acompañadas con Ensalada y unas Alcachofas Blancas. De los dos, destacamos las alcachofas, muy bien acompañadas por pimiento rojo y brotes de bambú.
Pasamos a los segundos. Rollo de Ternera, con una preparación muy clásica (bacon y queso como relleno) pero con una carne de jugosa y sabrosa, aunque la salsa resultó demasiado fuerte restando sabor a la carne. Tagliata de Entrecotte con Milhojas Vegetales y Reducción de Porto con Higos, tras este nombre tan descriptivo estaban una tiras de exquisito entrecotte y un milhojas realizado con patata cocida y diversos vegetales, una mezcla de sabores y texturas totalmente recomendables.
Para los postres elegimos una Tarta Sachër, recomendada en la carta; y una Tarta de Cerezas, servida sobre una base de yogur. Probadla.
Resumiendo un sitio muy agradable y recomendable. Se nota que el local siempre está muy solicitado, pero el ambiente general es tranquilo y relajado. Aunque a algunos el servicio de camareros puede resultar muy abrupto, a nostros nos pareció eficaz y correcto. Jose Alberto sobre este punto opina:
El local está ambientado al estilo colonial, predominando el blanco en las vajillas y muebles expuestos. Consta de dos plantas muy amplias, destacando en la superior una cristalera totalmente abierta a las calles Libertad y San Marcos. Hay una amplia variedad de platos, vinos y postres. Y el servicio de mesas es bastante rápido y eficaz.
Como entrantes compartimos unas Croquetas de Setas acompañadas con Ensalada y unas Alcachofas Blancas. De los dos, destacamos las alcachofas, muy bien acompañadas por pimiento rojo y brotes de bambú.
Pasamos a los segundos. Rollo de Ternera, con una preparación muy clásica (bacon y queso como relleno) pero con una carne de jugosa y sabrosa, aunque la salsa resultó demasiado fuerte restando sabor a la carne. Tagliata de Entrecotte con Milhojas Vegetales y Reducción de Porto con Higos, tras este nombre tan descriptivo estaban una tiras de exquisito entrecotte y un milhojas realizado con patata cocida y diversos vegetales, una mezcla de sabores y texturas totalmente recomendables.
Para los postres elegimos una Tarta Sachër, recomendada en la carta; y una Tarta de Cerezas, servida sobre una base de yogur. Probadla.
Resumiendo un sitio muy agradable y recomendable. Se nota que el local siempre está muy solicitado, pero el ambiente general es tranquilo y relajado. Aunque a algunos el servicio de camareros puede resultar muy abrupto, a nostros nos pareció eficaz y correcto. Jose Alberto sobre este punto opina:
Fue exactamente así, los camareros eran orientales y no hablaban bien -es mejor no preguntarles- pero lo entendían perfectamente y con rapidez.El precio, unos 30€ por persona.
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