El Mercat de Sant Josep en Barcelona, más conocido como el Mercado de la Boquería es uno de los lugares obligados de paso si visitas la ciudad. Originario del medievo, ha ido evolucionando hasta que en 1914 se inaguró la cubierta metálica que alberga a todas las 'paradas' (puestos, para que nos entendamos). A partir de entonces se han ido mejorando las infraestructuras hasta convertirse en el mayor mercado de abastos de España, siendo en su mayoría
vendedores de tercera y cuarta generación.
Se encuentra en el casco antiguo de la ciudad junto a la Rambla de Las Flores en el borde del barrio del Raval, multicultural donde los haya.
La Boquería es todo color, olor y sabor. Toda una excitación a los sentidos. Un paseo por sus paradas nos abre el apetito, con una oferta variadísima de pescados, mariscos, carnes, frutas, verduras, especias, vinos, chocolates, pan; además de sitios donde se puede comer. Se respira tradición, una alta calidad en su materias primas, ambiente festivo y alegría por vender y consumir.
He tenido oportunidad en varias ocasiones de disfrutar del mercado gracias a nuestra amistad con la familia Morilla, poseedores de varias paradas de diferentes productos. Cada vez me da envidia sana de no tener un mercado así cerca para surtirme de todos los productos más o menos exóticos con los que preparar diferentes platos.
Además, podéis visitar la web de la Asociación de Vendedores de la Boqueria y ver todas los eventos y actividades que nos proponen.
Si vais a Barcelona no podéis dejar de ir la Boquería. Merece la pena.
Se encuentra en el casco antiguo de la ciudad junto a la Rambla de Las Flores en el borde del barrio del Raval, multicultural donde los haya.
La Boquería es todo color, olor y sabor. Toda una excitación a los sentidos. Un paseo por sus paradas nos abre el apetito, con una oferta variadísima de pescados, mariscos, carnes, frutas, verduras, especias, vinos, chocolates, pan; además de sitios donde se puede comer. Se respira tradición, una alta calidad en su materias primas, ambiente festivo y alegría por vender y consumir.
He tenido oportunidad en varias ocasiones de disfrutar del mercado gracias a nuestra amistad con la familia Morilla, poseedores de varias paradas de diferentes productos. Cada vez me da envidia sana de no tener un mercado así cerca para surtirme de todos los productos más o menos exóticos con los que preparar diferentes platos.
Además, podéis visitar la web de la Asociación de Vendedores de la Boqueria y ver todas los eventos y actividades que nos proponen.
Si vais a Barcelona no podéis dejar de ir la Boquería. Merece la pena.
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