LOS CHUCHIS
AMPARO, 82
28012 MADRID
91 127 66 06
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Llevaba un tiempo sin escribir en el blog, la verdad es que con algunas recetas pendientes de publicar, cuando he topado con esta joya en el castizo barrio de Lavapiés en Madrid. Gracias Manuela por mostrarme este templo del disfrute que cumple la regla de las 3 Bes.
"Comida casera con un toque inglés" es el lema de este pequeño bar de toque marinero con una pequeña carta donde apetece probar todas sus creaciones a modo de platos para compartir. Lo primero en lo que me fijé es en Scott (Preston), un barbudo pelirrojo atareado en preparar una ensalada de sandía en la cocina. Luego en las paredes de pizarra donde se aglutinan diversas sugerencias de vinos y viandas. El bar estaba lleno -tiene 4 mesas- y la barra parecía la mejor opción.
Para beber escogimos 2 Godello y para comer un increíble Paté Casero acompañado de pepinillos y pan recién tostado, y una deliciosa Piel de Patata con Crema Agria y Salsa Picante que hace que se pare el mundo. Todo esto después de renunciar a algo que nos recomendaron los de al lado en la barra, Camembert al Horno con Ajos y Romero o un Pastel del Pastor que devoraban los de más allá.
La selección de vinos y cavas que pude leer en las paredes, muy surtidita e interesante. Muchas denominaciones de origen y precios muy interesantes (por copas)
El precio me pareció tirado, primero porque quedé saciado y segundo porque casi se me saltaron las lágrimas, 21€. Recomendable al máximo, aunque no sé si hacerlo porque deseo volver y encontrar sitio. Además se puede comer de menú entre semana con tres primeros y tres segundos a elegir. Y, me han comentado, que la respostería no se le da nada mal a nuestro naúfrago amigo de la cocina. Ah, los lunes cierra.
"Comida casera con un toque inglés" es el lema de este pequeño bar de toque marinero con una pequeña carta donde apetece probar todas sus creaciones a modo de platos para compartir. Lo primero en lo que me fijé es en Scott (Preston), un barbudo pelirrojo atareado en preparar una ensalada de sandía en la cocina. Luego en las paredes de pizarra donde se aglutinan diversas sugerencias de vinos y viandas. El bar estaba lleno -tiene 4 mesas- y la barra parecía la mejor opción.
Para beber escogimos 2 Godello y para comer un increíble Paté Casero acompañado de pepinillos y pan recién tostado, y una deliciosa Piel de Patata con Crema Agria y Salsa Picante que hace que se pare el mundo. Todo esto después de renunciar a algo que nos recomendaron los de al lado en la barra, Camembert al Horno con Ajos y Romero o un Pastel del Pastor que devoraban los de más allá.
La selección de vinos y cavas que pude leer en las paredes, muy surtidita e interesante. Muchas denominaciones de origen y precios muy interesantes (por copas)
El precio me pareció tirado, primero porque quedé saciado y segundo porque casi se me saltaron las lágrimas, 21€. Recomendable al máximo, aunque no sé si hacerlo porque deseo volver y encontrar sitio. Además se puede comer de menú entre semana con tres primeros y tres segundos a elegir. Y, me han comentado, que la respostería no se le da nada mal a nuestro naúfrago amigo de la cocina. Ah, los lunes cierra.
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